Maternidad y Paternidad en Suecia

Mi nombre es Paulina, tengo 30 años, soy mexicana, soy originaria de Morelos, estudié la carrera de Mercadotecnia y decidí irme a hacer una maestría de Sustentabilidad al extranjero. Elegí irme a estudiar a Suecia pues yo estaba muy interesada en sus políticas medio ambientales. Y fue ahí donde conocí al sueco que ahora es mi esposo. Hemos vivido allá desde hace 3 años y tenemos dos hijos, uno de 3 años y una bebé de 10 meses.

Desde pequeña yo siempre he tenido en mente que las mujeres trabajan, en la medida de lo posible. En mi caso mi mamá siempre ha trabajado. Antes de que nosotros naciéramos ella trabajó para diferentes Desarrolladoras e Inmobiliarias, pero cuando nosotros nacimos ella decidió independizarse para poder tener un horario más flexible. Y por ser dueña de su propio negocio pudo trabajar sólo las horas que mi hermana y yo estábamos en la escuela. Ella se convirtió en corredora de bienes raíces y en mi niñez yo recuerdo que muchas de mis tardes las pasaba acompañándola a trabajar, viendo y enseñando casas, haciendo llamadas, esperando en las Notarías, y demás.

Con ese ejemplo en casa yo esperaba que cuando yo tuviera una familia pudiera lograr lo mismo: ser una buena mamá, pero también hacer lo que me gusta en lo profesional. En México tenemos todavía muchos retos en nuestra estructura laboral para fomentar que las mujeres no pierdan sus trabajos cuando deciden tener una familia. Y me da mucho gusto que esto esté cambiando, como en otros países.

Cuando mi esposo y yo supimos que venía nuestro primer bebé en camino, decidimos mudarnos a Suecia. Pues es un país que ofrece políticas casi inigualables que apoyan a los papás en el tiempo de parental leave y que permiten que las mujeres continúen con sus carreras profesionales y dividan el tiempo de maternidad con sus parejas.

Periodo de maternidad y paternidad sueca

El gobierno de Suecia otorga 480 días por baja de maternidad/paternidad (en sueco: föräldraledighet) que pueden ser divididos de acuerdo a como lo decidan los papás. Aunque muchos padres suelen dividirse estos 480 días, en promedio, es todavía mayor el tiempo que las mamás utilizan. En la mayoría de los casos las mujeres suelen tomar los primeros meses de baja de maternidad para cubrir generalmente un año de lactancia, que es muy importante para que los bebés desarrollen un sistema inmunológico fuerte y que impactará el resto de sus vidas. La mayoría de los hombres suelen tomar los meses siguientes. Y para fomentar que no sólo sea uno de los padres que tomen todos los días, ya sea la mamá o el papá, existe una política que reserva 60 de los 480 días para el papá o la mamá que todavía no ha estado al cuidado del bebé. De esta manera el gobierno de Suecia promueve que ambos padres estén al cuidado de los niños pequeños. Siendo que muchos estudios han demostrado que cuando los niños pequeños pasan tiempo con sus padres el vínculo de amor y seguridad que se crea con sus hijos es igual para las mamás y los papás, es decir, que este vínculo se desarrolla cuando uno pasa tiempo con sus hijos.

En adición a estos 480 días de föräldraledighet cuando nace un bebé, el padre tiene derecho a 10 días llamados “días del papá” (en sueco: pappadagar) para estar al cuidado de su familia y para poder ajustar las dinámicas familiares que cambian cuando llega un nuevo integrante a la familia.

Otra política muy interesante son los días dobles (en sueco: dubbeldagar) que consiste en que ambos padres pueden estar al cuidado del bebé por un máximo de 30 días. Esto significa que ambos reciben la ayuda económica que implica estar al cuidado de los niños. Los dubbeldagar sólo pueden utilizarse durante el primer año de vida del bebé.

Durante estos 480 días de föräldraledighet el gobierno de Suecia otorga una ayuda económica para los padres. Esta ayuda económica está divida en dos diferentes categorías:

Sjukpenningnivå: 390 días en los que el papá o mamá que está al cuidado del bebé recibe el 80% de su salario.
Lägstanivå: 90 días en los que el apoyo económico es una cantidad establecida por el gobierno, esta categoría suele ser menor al nivel anterior.

Una de las grandes inquietudes de los padres que se reincorporan al mundo laboral después de la baja de maternidad/paternidad es que los niños pequeños se enferman con mucha frecuencia. Esto sucede sobre todo cuando los pequeños empiezan el kínder, pues la exposición a nuevos virus y bacterias es mucho mayor. Para este problema el gobierno de Suecia ha implementado el “Cuidador de niños” (en sueco: “vård av barn”, abreviado VAB) esto es que cuando los niños se enferman, los padres tienen derecho a 120 días al año para quedarse al cuidado de sus hijos, y por esto tienen derecho a recibir el 80% de su salario por estar en casa estos días. Cabe mencionar que existen una serie de criterios sobre cuáles clases de enfermedades aplican para este caso, pero es una posibilidad que la mayoría de padres con niños pequeños utilizan. Asimismo, existe mucha tolerancia por parte de las empresas y es bien visto cuando los padres notifican que estarán al cuidado de sus hijos. En nuestro caso, mi esposo y yo dependiendo de nuestra carga laboral nos dividíamos para ver quién se quedaba al cuidado de nuestro pequeño.

Otro de los conceptos que me llaman mucho la atención de Suecia es la facilidad en la que los padres pueden reducir sus jornadas de trabajo cuando tienen niños. Suele ser común que los padres reduzcan sus jornadas laborales a un 80% para pasar más tiempo con sus hijos.

Por otra parte, muchas instituciones y empresas manejan el Flex-time que quiere decir que los empleados pueden ajustar su jornada de trabajo dependiendo del horario en el que se les facilite llegar e irse, mientras cumplan sus 8 horas hábiles. Para una gran parte de los que trabajan para el gobierno aplican este derecho de poder tener Flex-time y cada vez más las empresas privadas utilizan este concepto voluntariamente.

El periodo de föräldraledighet es un periodo muy valorado en la sociedad sueca. Además de las políticas del gobierno que apoyan a los padres, existen muchas otras facilidades que hacen de este país un país muy amigable para bebés y niños. Por ejemplo, el transporte público tiene secciones especiales para las carriolas, en muchos centros comerciales lugares especiales para que las mamás puedan dar de comer a sus bebés, y conjuntamente existen muchas actividades extracurriculares en las que los padres pueden divertirse junto con sus hijos.

Yo tuve la oportunidad de participar en clases de natación para bebés, clases de música para bebés en las iglesias, kínderes en los que los papás llevan a jugar a sus bebés, clases de gimnasio para las mamás donde pueden llevar a sus bebés, y por supuesto muchos parques para jugar. Sin duda para mí el periodo de föräldraledighet ha sido una experiencia muy rica en la que mi esposo y yo hemos disfrutado en dos ocasiones, hemos pasado tiempo con nuestros hijos y hemos tratado de aprovechar para educarlos de la mejor manera posible para fomentar una sociedad con buenos valores.